viernes, 21 de noviembre de 2014

La blusa de la tía solterona


Ok chicas, empecé con un refashion fácil y una aguja rota en mi primera lección de costura a máquina, pero luego de una semana entera practicando y cogiéndole el tiro a Magnolia, llegó la  hora de coger las tijeras por las asas y entrar al quirófano... perdón... al clóset!. Empecemos con esta lindurita que encontré el fin de semana pasado en la tienda de segundazos más grande de Halifax, Value Village.

Obviamente no tengo forma de averiguar cuántos años tiene ni quién o en qué circunstancias fue usada pero por el diseño, el corte y la etiqueta podría decir que viene del siglo pasado. Ok está bien... estoy exagerando, la tela está demasiado bien preservada como para que tenga 100 años, en todo caso para mí es un tesoro arqueológico que resultó ser el candidato perfecto para una revivificación con estilo.

Qué me gustó de esta blusa? Aparte de que está en perfecto estado, la tela parece bastante resistente y difícilmente se arruga, ya quisiera que mi piel treintañera tuviera el mismo aguante!. Es una blusa simple pero con detalles adorables como la pequeña fila de encaje en el borde del cuello y el diseño de la parte frontal.

Qué no me gusta? bueno, no creo que tenga que dar muchas explicaciones sobre lo que hay que cambiar con urgencia para revivir a esta anciana con la que seguramente se debió vestir alguna tía solterona amargada que no quería darle ni la hora a los tipos. Obviamente hay que hacer algo con las mangas, cortarlas de raíz de pronto? o sólo hasta un poco más abajo de la axila? los plieguecitos del hombro no es que me disgusten del todo...

Haciendo el dobladillo
Para salir del dilema me la remangué hasta donde creí conveniente pero luego de varias poses... recordé una de las reglas que debemos seguir las que somos chaparritas de espalda ancha y hombros prominentes: todo lo que nos haga crecer horizontalmente están completamente proscrito en nuestro clóset!

Al quitarle las mangas obviamente los bordes de la tela quedaron expuestos, así que con la misma tela de las mangas que amputé hice un dobladillo que luego pegué a la blusa con la máquina.

Mangas amputadas... check! ahora vamos por la definición de la cintura, que es lo segundo que le falta a esta blusa. Así que me la puse al revés, pineé la silueta deseada con alfileres de modo que me ajustara un poco más... ojo sólo un poco!! la idea es dar la ilusión de que tengo cintura -aún cuando no la tengo- pero tampoco quiero que se me forre el mondongo... me siguen?. Además, si la dejaba demasiado ajustada tendría que ponerle una cremallera invisible en uno de los costados o algo parecido porque... pues cómo me la pongo entonces? y la verdad no me apeteció ponerme en más trabajos...

Tip para principiantes: Marcar la curva en la blusa con un lápiz  antes de pasarlo por la máquina para no perderse en el camino. Y hacerle despacio, sin afanes, esto ayuda a repocisionar correctamente la línea de costura en caso de que empiece a desviarse.

En fin, terminado el refashion y luego de su respectiva lavada y planchada, esta tía solterona se convirtió en una tierna, fresca y joven ejecutiva... lista para salir de la oficina a coctelear.



Ay véanla tan creída estrenando blusa!!!!

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